martes, 13 de junio de 2006

Psicodelia

La palabra "psicodelia" es un neologismo inventado por el científico Humphrey Osmond y está basada en dos raices griegas: psyché quiere decir "alma", y délomai quiere decir "manifestar". Así pues, se trata de la experiencia de manifestaciones del alma, o manifestaciones del espíritu.
No es incoherente remitirse al griego para dar nombre a la experiencia, puesto que como señalan Carl A. P. Ruck (historiador clásico), Gordon Wasson (etnomicólogo descubridor de las prácticas con hongos en la sierra Mazateca) y Albert Hoffman (químico sintetizador del LSD), los llamados "misterios de Eleusis" podrían haberse tratado de experiencias psicodélicas inducidas por el hongo claviceps purpurea. Hoy en día está bastante aceptado el uso de la poción griega "Kykeon" edulcorada con psicodélicos, no solo en el templo de Eleusis, sino durante los primeros 300 años de tradición cristiana hasta que la poción fue sustituida por el placebo del vino y la hostia. La que sí está clara es la práctica milenaria en México con el cactus peyote y con las setas del género psilocibe, y en la Amazonía con la Ayahuasca, además de en Siberia con Amanita Muscaria, misma seta que probablemente sirvió de inspiración a Lewis Carroll para escribir "Alicia en el país de las maravillas", el origen perdido de las tradiciones nórdicas sobre enanitos y hadas, nuestro pasado como europeos...
De momento analizaremos brevemente y de modo meramente divulgaotorio las plantas más importantes y posteriormente se intentará describir de algún modo sus efectos. Dada su increible variedad, se tratará de estudiar únicamente las más comunes para despues converger sobre unos caracteres comunes a los efectos de las mismas:
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Sustancias:
- Setas del género psilocibe: el responsable químico principal de los efectos que estas setas desencadenan es una molécula llamada psilocibina (que es una triptamina). Dicho compuesto es transformado por nuestro organismo automáticamente en psilocina, que actúa como un neurotransmisor cerebral, como la serotonina o la dopamina. El mero hecho de que en el reino fungi crezca una seta que contiene un neurotransmisor humano resulta ya especialmente extraño. Dichas setas crecen en una gran parte de la superficie del planeta (en España crece la psilocibe semilanceata, como las de la derecha), aunque las variedades son distintas, y sus efectos difieren asimismo en sutiles matices. La variedad de mayor uso tradicional y actual es la psilocibe cubensis mexicana. Actualmente su comercio está prohibido.
- LSD: se trata de un acrónimo de "dietilamida de ácido lisérgico" (en alemán). Fue sintetizada por el químico Albert Hoffmann a partir del ergot u "cornezuelo del centeno", que es un hongo. Se trata de una triptamina, al igual que la psilocibina, así que su caracter es parecido, aunque mucho más fuerte y de mayor duración que ésta. Su uso se puso de moda en los años 60 entre la generación hippie y fue prohibido por la Administración americana como modo de acabar con esta generación. La lucha contra la psicodelia se ha centrado frecuentemente en la lucha contra el LSD porque es una sustancia muy fácil y barata de fabricar, y se puede distribuir masivamente, dado lo minúsculo de su dosis.
- Cactus que contienen mescalina: sólo hay dos: el peyote (lophophora williamsii), y el san pedro (trichocereus pachanoi). El compuesto químico es la mescalina, que es un compuesto distinto de las triptaminas presentes en las setas. Su consumo también estuvo de moda durante los años 60, y por la misma razón fue prohibido. Actualmente tan sólo se permite en EE.UU a la llamada "Native American Church", formada por personas con al menos un 25% de sangre india, que utilizan peyote en sus ceremonias. Además de prohibido, el peyote se encuentra en peligro de extinción.
- Plantas que contienen DMT: las plantas con contenido de DMT son una multitud (Mimosa Hostilis, Psychotria Viridis, Diplopterys cabrerena...) . En realidad incluso el ser humano lo contiene y fabrica, y esta es una de las razones de la eficacia de la meditación, ya que al parecer cuando el cerebro pasa a emitir ondas alfa, incrementa la producción de DMT natural, lo que facilita alcanzar estados alterados de conciencia. Para su consumo oral es necesario ingerir antes o mientras tanto un inhibidor de la MAO, porque de otra forma el DMT es destruido por unas enzimas de nuestro estómago. La mezcla de plantas necesaria para que funcione se llama Ayahuasca o yajé. El DMT también es consumible fumando su extracto, y esta es, conforme a McKenna, la sustancia que produce una experiencia más alejada de la realidad consensual de todas las anteriormente citadas, además de una de las más cortas.
- Además de todas las anteriores, hay muchas otras como la poderosísima Salvia divinorum (que por algún tipo de despiste del legislador siguió siendo legal hasta 2003), la Amanita Muscaria (de menor uso por la facilidad con que se confunde con especies mortales de amanitas y lo divergente de sus efectos), la Argyrea Nervosa y la Ipomea Violacea (que contienen LSA y fueron un sustituto para los hippies tras la prohibición del LSD) y un sinfín más, menos conocidas.
La prohibición desde los años 60 de casi todas estas plantas provino de EE.UU y de la DEA ("Drug Enforcement Act"). Era en dicho país donde la cultura underground aspiraba a amenazar el sistema con más posibilidades de éxito, y el conocimiento que estas sustancias proporcionaban resultaba subversivo y peligroso, especialmente porque reducía los ánimos belicistas de un país que estaba en plena guerra de Vietnam. De todas formas, la oposición masiva a dicha guerra por la generación hippie fue tan solo la punta del iceberg del enfrentamiento ideológico de aquella época. El gobierno atacó con todos sus medios a los díscolos que pretendían amor, individualidad, creatividad, libertad, desarrollo libre de la mente y del espíritu (y también a sus "locos seguidores"). Y entre estos métodos, figuraba la destrucción de sus elementos culturales, rituales e iniciáticos, del mismo modo que los romanos vencieron en su día a los celtas asesinando a la totalidad de sus druidas, pozos de su sabiduría, cultura, nexos de unión..., y del mismo modo que hoy aquellos a los que se llama "radicales", o "violentos", destruyen McDonalds y bancos, símbolos culturales e iniciáticos de la cultura occidental (téngase en cuenta que muchos niños recuerdan sus primeros cumpleaños en McDonalds con el ser de la derecha, más horrible que el de Stephen King. Imagínenlo como su primer recuerdo y comprenderán a los radicales). Algunos movimientos de la época, como el "Black Panthers Party", fueron incluso exterminados "físicamente".
En el caso de las plantas psicodélicas, no ha sido posible alegar ninguna razón lógica para su prohibición, puesto que ni son adictivas, ni pueden causar la muerte, ni propician comportamientos violentos sino más bien todo lo contrario. Tim Leary ya llamaba la atención sobre el hecho de que "el LSD es una sustancia que produce comportamientos psicóticos en las personas que no lo toman". El único motivo alegado por los prohibicionistas es que pueden causar la locura. Efectivamente, pueden desencadenar la locura si se entiende por locura un comportamiento distinto del cultural dominante, o con ínfimas posibilidades desencadenar una tendencia psicótica preexistente en el individuo. Pero hay infinitos ejemplos de causas que tambien pueden desencadenar transtornos y que no se persiguen tanto: explotación laboral, despidos, divorcios o matrimonios, discriminación en la escuela, ver demasiada televisión, hacerse friki de algo...
En todo caso, lo que más locura causaba en los 60, más destrucción de la psique, más suicidios, más asesinatos, era precisamente... ¡la guerra de Vietnam! Se puede plantear por tanto una interesante dicotomía: si la guerra propicia comportamientos violentos, muerte, destrucción y locura, y las plantas psicodélicas propician locura y al mismo tiempo un terrible deseo de paz y amor, ¿cuál de las dos prohibimos? La solución por la que se optó fue clara: prohibimos las drogas, puesto que la guerra es buena porque aumenta la demanda de armas, petróleo y fármacos y así levanta al país y de paso hace ricas a las mismas corporaciones que financiaron las dos campañas electorales de Mr. Bush. Tales corporaciones son Dios en la tierra, puesto que dan a cada cual lo que más le falta: al soldado en guerra le dan armas para herir, al herido le dan fármacos para curarse y a los dos petróleo para que corran por la selva o el desierto huyendo o persiguiéndose según les toque. En cambio, si se quedaran en casa abrazándose en medio de un viaje con mescalina ni consumirían petróleo, ni fármacos "legales" ni armas. Por tanto el sistema de crecimiento a toda costa exige que se mantenga a la gente en movimiento, enferma y de ser posible peleando.
Y hasta aquí la parte materialista de mi exposición.
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La experiencia psicodélica se acerca en la práctica a aquello que en la teoría se ha comenzado a esbozar al principio de este blog. De hecho se acerca especialmente a las teorías de David Bohm sobre el orden implicado y de Rupert Sheldrake sobre los campos morfogenéticos y a otras teorías físicas modernas, como señaló Alan Watts. También se acerca a la filosofía tradicional hinduista y budista, así como a la mesoamericana, que trataremos próximamente. De ahí que la psicodelia se trate en bloque con todo lo demás, porque es el mismo tipo de trascendentalismo.
Además de visiones similares a lo que le sucede en la piel al de la izquierda, quizás el fundamento más evidente es una visión unificada de "mente" y "materia", además una no distinción esencial en un todo unificado. En lógica consecuencia, como todos somos partes de un todo, no tiene sentido atacar a otra persona, a una mosca, o a un trozo de metal tirado en el suelo, y los pensamientos que se vierten a la totalidad no son algo abstracto invisible e inexistente, sino muy real. Experiencias sinestésicas demuestran por ejemplo que los sonidos se pueden ver (la música crea ambientes visuales); el tiempo por su parte deja de existir en el sentido en que solemos entenderlo, y la sensación es de encontrarse en un único momento constante, como se ha teorizado en el campo de la ciencia y de la filosofía zen, se trata de una iluminación mística en la que el viajero descubre que la existencia es en el ahora. Por otra parte, la visión y conciencia de uno mismo se disuelve hasta establecerse una clara separación entre el "yo" y "ese que yo me he inventado", o incluso hasta la propia pérdida del yo. Toda la elaboración psicológica sobre el ego y sus máscaras es así perceptible "en primera línea de fuego" (naturalmente a altas dosis, lo demás son chorradas).
Estos estados alterados de conciencia o, mejor, como decía Castaneda: "estados de conciencia no ordinaria", distan mucho de ser simples alucinaciones subjetivas. El nuevo "lugar" en el que se está no es muy diferente para los participantes, siempre que se hallen en un mismo estadio perceptual. Si un color nuevo aparece en el ambiente, es habitual que todos lo perciban, al menos con ciertas sustancias. La realidad a la que se accede es "objetiva" en el sentido de que existe independientemente del hecho de que se haya ingerido o no una de las sustancias anteriormente mencionadas; por lo menos tan objetiva como la "consensual" (si es que la consensual lo es). Lo que ha cambiado es el funcionamiento del propio cerebro: la percepción.
Aldous Huxley (El autor de "Un mundo felíz") se remitía al romántico Blake cuando escribió "las Puertas de la Percepción" en 1954 sobre sus experiencias con Mescalina. William Blake había escrito un siglo atrás: "Si las puertas de la percepción fueran abiertas el hombre percibiría todas las cosas tal como son". En honor a este libro, a este poema y a lo que quiere decir, surgió el grupo de rock psicodélico "The Doors". Ver las cosas tal como son no es otra cosa que el "conocimiento silencioso" de Carlos Castaneda y la "libertad total" de Krishnamurti, de los que se hablará posteriormente, conocimiento y libertad accesibles en todo caso sin necesidad del uso de estas plantas, que en realidad solo actúan como catalizadores perceptivos del "más allá".
















¡Mírame!, te estoy abriendo las puertas de la percepción. You are lost, little girl...
Uno de los puntales del nuevo paradigma era la caida del representacionismo materialista, es decir: el fin de la idea de que la realidad es lo que vemos. La percepción se ha demostrado completamente subjetiva. La elaboramos de niños, cuando nuestro cerebro filtra demasiados datos y ha de seleccionar aquéllos con los que se queda para sobrevivir. Nos es enseñada por los padres, por los amigos, por las paredes y los cuchillos afilados. Un niño no percibe el mundo como nosotros; por eso no se tienen recuerdos anteriores a una cierta edad: porque la percepción cambió en su momento. Una posibilidad es que la experiencia psicodélica devuelve por lo menos retazos de dicha percepción. Veíamos por ejemplo que el psicólogo Piaget afirmaba que los niños no tienen conciencia de un tiempo lineal hasta que lo aprenden. Esa conciencia desaparece de nuevo en el estado alterado de conciencia. Por lo tanto: ¿es realmente un estado "alterado", o más bien lo "alterado" es nuestra percepción habitual de las cosas?. La sensación habitual de toda persona que accede a dicho estado es la de haber despertado por primera vez de un largo sueño, de ver las cosas como son y de ser realmente él, fuera de las capas del ego.
Aislando la experiencia de desestructuración del ego que puede llevar a que la persona no recuerde quién es, "qué" es o incluso si "es" o "no es", resulta interesante resaltar aquí (se hará más tarde también), que la parte "visual" de la experiencia psicodélica muestra inmediatamente motivos de una creatividad y perfección abrumadora. Círculos, triángulos, fractales, caras, simetría, ojos, fibras luminosas, sombras, máquinaria desconocida, entidades... Tal fuente de creatividad puede hacerse corresponder perfectamente con el "orden implicado" de David Bohm, o mejor: la fuente creativa de todo cuanto conocemos. Lo que uno ve, como dice McKenna, no ha sido visto jamás por ningún hombre, ni tampoco volverá jamás a ser visto. Es este el sentimiento de trascendentalidad que producen. Resulta imposible creer que todo aquello es imaginado, puesto que la mente va más lenta que el viaje en sí, va a rastras de lo que sucede, que no son sino centenares de obras de arte efímeras e irrepetibles sucediéndose visual, auditiva o sentimentalmente a cada segundo. El hecho de que aquello exista flotando por ahí lleva a dudar de nuestra verdadera capacidad creativa al dibujar cosas parecidas, como ésta de Salayuth, bastante representativa de una visión de psilocibina:
Las visiones no están influenciadas por ningún tipo de vivencia o imaginación personal, puesto que los motivos son comunes a cualquiera (especialmente en el caso de la Ayahuasca, donde si un dragón sale de la hoguera, se acojonan todos al mismo tiempo, al parecer). Pero también debido al testimonio arquitectónico mesoamericano, evidentemente influenciado por las visiones de mescalina y, especialmente, de setas psilocibe, como han puesto de relieve Hoffmann o Wasson, por ejemplo. Toda la creatividad de la arquitectura americana procedió en su día de un estado no ordinario de conciencia acrecentada. La idea es que hace miles de años las personas eran capaces de presenciar un espectáculo de luz y sonido infinitamente más complejo que la actual Las Vegas o los anuncios de Movierecord...
... Y la conclusión, que nos introduce prematuramente en el siguiente post, es que "algo más sabrían".
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De esta fuente eterna de creatividad ha surgido siempre música, pintura, poesía, teatro, cine, ideología, sociedad, costumbres, tecnología (sin estas sustancias, el windows media player no sería lo mismo)... toda una nueva cultura, un movimiento vanguardista del que todavía vivimos y que considera el materialismo capitalista como algo inferior que obstaculiza el crecimiento personal, algo a superar, pasado ya. Los ideólogos de los 60 fueron exterminados ya por el Gobierno estadounidense, pero dejaron una impronta: pusieron un pie en el nuevo mundo; sólo queda arrastrar el cuerpo hasta allí (Naturalmente no me refiero a las masas de hippies que solo deseaban sexo fácil. Reducir el movimiento contracultural de los 60 a eso es como pretender que todo aquel que mire un escaparate por la calle sea un ideólogo del sistema capitalista y sostenga con sus argumentos el actual paradigma racionalista-mecanicista).
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Si se quiere más, acúdase a los siguientes libros, aunque volveremos sobre el tema:
- Antonio Escohotado. Historia General de las drogas.
- Wasson, Hoffmann, Ruck. El camino a Eleusis.
- Aldous Huxley. Las puertas de la percepción.
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Lo ideal es utilizar el mayor compendio on-line sobre alteradores de conciencia (www.erowid.org) y a continuación adquirirlos (www.shayanashop.com), mientras todavía se pueda. 










domingo, 4 de junio de 2006

Pensamiento irracional y underground

"El hombre universal del Renacimiento, pagano, cristiano, artista, científico y mago, como Leonardo, fue abortado por la Contrarreforma jesuítica y la ciencia racionalista. Su nacimiento será el nacimiento de una nueva cultura". Luis Racionero.

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Hasta aquí hemos explorado diversas formas racionales de conocimiento (a excepción del post dedicado a sincronicidad). Puede que fueran teorías minoritarias, pero se trataba de teorías surgidas de la razón. Sin embargo, decíamos cuando tratabamos el cambio de paradigma que éste también se caracteriza por el surgimiento de nuevas formas de conocimiento no racionales. Es de ellas que hablaremos a partir de ahora principalmente, para lo cual es imprescindible comenzar por establecer la antítesis entre "filosofías racionales" y "filosofías irracionales". Las segundas, defendidas por todo movimiento underground desde hace casi doscientos años, están muy lejos de ser absurdas e incoherentes, y su base es más la experiencia que la verdad, es la energía, la vitalidad, el placer, el gozo y la serenidad. Así, más que "cogito ergo sum", se trata de un igualmente válido "coito ergo sum".

La palabra "irracionalismo" está sin embargo hoy cargada de connotaciones negativas más o menos desde que el sujeto de la derecha escribió su "Discurso del método" en el cual se enorgullecía de ser capaz en todo momento de decidir y actuar tal y como lo haría una máquina. Es básicamente debido a este pensamiento que nuestra civilización se va progresivamente mecanizando, y que el objetivo último de muchos hombres "racionales" se convierte en ser gobernados por un ordenador perfecto que no cometa errores, cualidad humana indeseable. Así, mecanizamos todo, comenzando por el Universo (mediante las "leyes naturales"), y terminando por el sexo, las relaciones personales, la diversión, el trabajo...

Por otro lado, el de la izquierda escribió en su día otro libro titulado "La nueva Atlántida" en el que fijó como objetivo de nuestra raza el dominar por completo al resto de especies, sustancias, procesos... del planeta, mediante la razón y el conocimiento racional de los mecanismos que rigen el mundo. Su libro hablaba hace casi 400 años de selección genética, creación de especies nuevas y una ciudad continua con pequeños zoológicos y algún parque como único remanente del resto de seres no humanos. Fieles seguidores de este pensamiento, completamos la "obra" cada vez con mayor eficiencia, y actualmente nos hemos convertido en el último "gran destructor", matando unas 30.000 especies al año (el cálculo es conservador y anticuado, de 1993, E. O. Wilson) e iniciando así lo que se ha convenido en calificar la sexta gran extinción, que se está produciendo a una velocidad muy superior a las anteriores cinco. Sí, somos peores que el meteorito que aniquiló a los dinosaurios, somos poderosos ángeles exterminadores, Dios nos creó para exterminar la naturaleza que él había creado, es evidente... pero no somos conscientes de que no exterminamos otra cosa que el paraíso del que vivimos.

En contraste con estos dos hombres, tan bien arreglados, cultos, educados, altivos y ricos como Patrick Bateman de "American Psycho", existe una corriente ideológica que se opone al racionalismo y que en diversas ocasiones desde el siglo XIX se ha enfrentado a él, perdiendo siempre.

Patrick Bateman, pro-hombre empresario rico, triunfador y WASP de la era moderna, tras cortar en pedazos a su ex-novia con una sierra mecánica, debe actuar racionalmente para evitar ser capturado. Cuando su razón decae y afloran sus sentimientos está a punto de confesar.

Románticos, ludistas, anarquistas, beatniks, hippies... compartieron un sueño común de ciudades de dimensiones humanas, trabajos humanos, relaciones humanas, experiencia psicológica personal, trascendentalidad y respeto por la naturaleza de la que somos parte. Todos ellos fueron reprimidos brutalmente por los poderes establecidos hasta el punto de que destruir una máquina en la Inglaterra de finales del XIX era penado con la muerte. Los anarquistas fueron perseguidos y asesinados tanto por dictaduras fascistas como por democracias parlamentarias o regímenes comunistas. No hay tregua para aquel que amenaza el verdadero presupuesto de hecho del sistema, un presupuesto religioso, ideológico, social, económico, científico... Las diferencias entre Marx y Hayek, Hitler y Stalin, Clinton y Bush, Zapatero y Aznar... son nulas. Todos ellos aceptan este presupuesto, caracterizado fundamentalmente por el Materialismo, el Mecanicismo, el Dualismo, el Individualismo y el Ateismo.

La muerte de las fuerzas contraculturales (la última vez a mediados de los 70 en EE.UU), no se debe a una incoherencia interna, sino, como indica Racionero, al ataque despiadado del sistema. La contracultura no fracasó: fue destruida.

Bien, comencemos la breve exposición inicial que dará paso a una serie de blogs temáticos sobre modos irracionales de acceso al conocimiento trascendental

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Románticos:

El primero en denunciar el esclavizamiento físico que producirían las máquinas y la esclavización mental que produciría el pensamiento único fue el poeta inglés William Blake (a la izquierda). El concepto básico que Blake utiliza es la imaginación, facultad humana que el racionalismo niega y categoriza como un "fallo en la máquina", un defecto como los sueños o el amor, que nos dificulta funcionar como engranajes. Sin embargo, la imaginación es vital para el progreso, pues es lo único capaz de inventar lo que aún no existe. Todos los científicos que han producido importantes innovaciones han reconocido que todas sus teorías partieron de la imaginación, fueron extraidas de una creatividad, captadas del ambiente y transformadas en algo. Así lo afirmó siempre Einstein, pero también Bohm, Lovelock, Sheldrake... Incluso a Descartes se le apareció un angel en Ulm que le dijo que el dominio del hombre sobre la naturaleza sería conseguido a través del número y la medida (sí, han oído bien: el mecanicismo lo fundó un ángel).

Los románticos del siglo XIX como Blake tenían dos frentes abiertos: el capitalismo (explotación material del hombre por el hombre) y el racionalismo (opresión mental del hombre por el hombre). Marx se centró únicamente en un ataque al capitalismo, sin llegar a entender que mientras la mente estuviera oprimida por el racionalismo, sería imposible eliminar la opresión material, porque ésta se deriva de un sistema mental previo. Así, el marxismo, que por un lado combate las condiciones materiales del capitalismo, por otro acepta las condiciones mentales que hicieron posible ese capitalismo: el racionalismo cartesiano y el monopolio del conocimiento por el método científico. Al no atacar al racionalismo, el socialismo consigue una sociedad masificada, conformista y no imaginativa, como la capitalista.

El fascismo no se da solo en política, sino también en el sistema de producción en masa, en la organización burocrática despersonalizada, en un modelo educativo cerrado y dirigista, en el pragmatismo, el arte abstracto, el positivismo lógico... Estas formas de actuar son fascistas porque reducen la diversidad, el individualismo, el erotismo y la espontaneidad. Transforman el mundo en un yermo perceptual en forma de muebles funcionales blancos rectilíneos y asépticos y edificios idénticos pero en grande. La razón no entiende la utilidad de cosas como una catedral pintada de colores, como eran casi todas las medievales antes de que les limaran las pinturas con el advenimiento del neoclasicismo.
Los románticos proponían el uso de la imaginación para destruir dicha opresión mental. Conforme a Blake, el primer derecho del hombre es el derecho a imaginar, porque razonar es repetir, mientras que imaginar es crear, y en un mundo que es continuo cambio, sólo se sienten a gusto los que crean, mientras que los que repiten sienten vértigo ante el cambio y se convierten en conservadores reaccionarios. Razonando se da la vuelta al mundo en ochenta días. Imaginando se da la vuelta al día en ochenta mundos.

Anarquistas:

Las tesis anarquistas cuadran a la perfección dentro del pensamiento irracional y underground. Kropotkin proponía integrar el trabajo para producir la riqueza en común y una total libertad para perseguir los objetivos vitales. Cualquier forma de gobierno es una perpetuación de la autoridad de una clase y por tanto un obstáculo en la evolución del individuo hacia mayores potencialidades de consciencia y plenitud vital. La razón no hace sino pervertir los impulsos naturales de amor, fraternidad, afecto, creatividad artística y curiosidad investigadora, cosa que la actual etología ha confirmado, impulsos que por otra parte pueden advertirse fácilmente en todo animal o bebé humano que no haya sido aún "educado" por nuestras oscuras mentes violentas y calculadoras. Cabe recordar también aquí que el Holocausto y el Gulag no fueron producto de las pasiones ni del fanatismo religioso, sino de una meticulosa planificación racionalista atea, al igual que otros eventos como Hiroshima y Nagasaky.

Bakunin (a la izquierda) previene contra la entronización de los científicos como déspotas con un poder restrictivo de la libertad individual comparable al de los caudillos militares. La aparición de la tecnocracia moderna ha confirmado las predicciones de Bakunin. Vivimos en un mundo en el que el industrialismo concentrado ha creado empresas como Monsanto, Newmont o Shell, más poderosas que Asurbanipal, Keops u Octavio Augusto, en su día. La tecnocracia genera dominación.

La técnica es por lo demás responsable de la creación del mejor instrumento de dominación de masas por medio de la opresión mental del que jamás se haya dispuesto, y con el cual seguro que a Hitler le habría costado mucho menos manipular la opinión pública para llegar al poder: se trata de la televisión.

Sí, lo se: nos tiran bombas atómicas encima, sueltan virus, fabrican engendros genéticos e inundan el aire con contaminación y radiación electromagnética de la que no se puede escapar ni en la cima del K2, además de torturar y matar de vez en cuando (las viejas costumbres nunca se pierden), pero si no fuera por ellos no podríamos ver Salsa Rosa todos los sábados... ¡toleremos pues su comportamiento descarriado!

Por otro lado, la visión científica del mundo es útil si se aplica a la técnica, pero nefasta si se aplica a la sociedad, porque genera una despersonalización de los individuos, que se engloban en "masas", "partidos", "naciones", conceptos abstractos equivalentes a las nociones promedio de la física: "temperatura", "presión", "entropía". La imaginación, intuición, improvisación y emoción son facultades humanas que se proscriben, porque son las que diferencian al hombre de una partícula de gas y que, por lo mismo, imposibilitan aplicar el modelo científico a la sociedad humana y ficharlo y evaluarlo estadísticamente de un modo correcto.

Proudhon critica el sufragio universal como una "especie de atomismo por el cual el legislador, como no quiere dejar expresarse a la gente individualmente, invita a los ciudadanos a expresar sus opiniones en promedio, igual que los filósofos racionalistas explican el pensamiento, la voluntad y el entendimiento por combinaciones de átomos (...). En tales circunstancias, el cuerpo de la nación es como una aglomeración de moléculas, un montón de polvo, animado desde fuera por una idea centralista subordinadora". Pero preguntar a un gas cómo se comporta no es lo mismo que hacer la misma pregunta a sus electrones. El gas tendrá una forma de comportarse "standard", mientras que a nivel cuántico sus componentes se comportan de distintas e impredecibles formas, como ya hemos visto. Con la sociedad sucede lo mismo. Por ello Proudhon propone la descentralización (especialmente una mayor autonomía municipal o incluso inframunicipal) y el individualismo como principio básico de libertad. En ello coincide con Blake. Lo mismo que no se puede aplicar la "media" de un gas a cada uno de sus componentes, tampoco hay ninguna razón para pensar que debería imponerse la "media" de una sociedad a todos sus miembros.

Manipulación dirigida al inconsciente:

Al político, como al empresario, le interesa seguridad jurídica y previsibilidad de los resultados de sus esfuerzos en su empresa. Como en este caso su empresa es ganar unas elecciones, todos los políticos coinciden en la utilización de aquella droga llamada "televisión" como mecanismo primordial de expansión del pensamiento único para conseguir una sociedad de iguales. Si todos son iguales (no me refiero a la "igualdad en la ley" ni a la deseable y nunca conseguida "igualdad ante la ley", sino a la "igualdad material"), si nadie piensa diferente, el político sabe exactamente qué mentiras tiene que decir y con qué cara para que la mayoría de clones le voten. La idea de que la igualdad sirve al poderoso para dominar mejor no es nueva; Tocqueville también la expresaba a mediados del siglo XIX:

"Mirabeau escribía secretamente al rey: comparad el nuevo estado de cosas con el Antiguo Régimen (...). La idea de no formar más que una única clase de ciudadanos le habría gustado a Richelieu: esta superficie igualitaria facilita el ejercicio del poder. Muchos reinados del gobierno absoluto no habrían hecho tanto por la autoridad real como este año de revolución".

El representacionismo característico del agonizante paradigma de la modernidad ayuda mucho al poderoso en esta tarea, porque mientras él sabe que está manipulando psicológicamente a un nivel inconsciente las mentes de la población mediante continuos mensajes y propaganda, la población, al ser materialista y representacionista, no cree en los procesos inconscientes de su propio ser, así que piensa ser libre y decidir por su cuenta. "Si, si, ya ven: yo no me dejo afectar por la publicidad... dirán", cuando el único modo efectivo de evitar la manipulación es apagar la tele y la radio y no mirar a los carteles por la calle ni escuchar cuando otros cuentan anuncios, porque la publicidad no va dirigida a nuestra razón, que ni se entera de lo que está pasando, sino al irracional, está especialmente diseñada, en su duración, intensidad, maquillaje, gestos, colores... para determinar inconscientemente la voluntad de consumo y la forma de opinar, es decir: para conseguir que la población pague a las empresas y vote los políticos anunciantes. Por ello es el mejor instrumento de poder existente: es un hipnotizador al servicio del poder en todos los hogares, desde niños hasta viejos... ¡siempre!.

Así, se llega a la paradoja de que el propio sistema racionalista, se hace valer de técnicas irracionales para perpetuarse. La televisión y los mitines apelan a las emociones, no a la razón, pero la gente, que vive el espejismo de que todo en ella es razón, piensa que entiende de qué va el asunto, que el de detrás del micrófono trata realmente de explicarle cosas, cuando lo único que ha hecho es mirar una estadística y a continuación seguir al pie de la letra los principios de la Propaganda de Joseph Goebbels que son una de las cosas útiles que los nazis nos dejaron, junto a Oppenheimer, los cohetes, Johann Strauss y el Speed.

Diversidad e individualismo naturales y espontáneos frente a igualdad y pensamiento único impuestos mediante la técnica.

Hoy el pensamiento único se expande porque la población no tiene conocimiento de su inconsciente, no sabe que también es irracional.

En los siguientes blogs hablaremos consecutivamente de diversas formas irracionales de conocer (psicodelia, psicomagia, psicochamanismo), trascendiendo ya el terreno cotidiano de la poesía, los sentimientos y la lucha política por formas de organización social más justas, como es claramente el extinto trio "mediático" de abajo:

He aquí los adalides de la revolución social española y de la nueva era de descentralización y libertad, heroes investidos de tal visión de futuro y valentía política que de seguro aparecerán en los milenarios anales intergalácticos junto a C3po y JarJar.

A quien le interese conocer la fuente principal de gran parte de lo anterior:

- Luís Racionero. Filosofías del underground. Anagrama. 1977.

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Y aquí un breve artículo sobre la sexta extinción:

http://www.actionbioscience.org/esp/newfrontiers/eldredge2.html

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Y para finalizar unas citas:

"El consumismo es lo que considero el verdadero y nuevo fascismo (...). El fascismo basaba su poder en la iglesia y el ejército, que no son nada comparados con la televisión".

Pier Paolo Pasolini.

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"No me interesa razonar y coimparar: lo mío es crear"

William Blake.

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"Hay momentos -intervalos deslumbrantes- en que parecemos elevarnos por encima de nuestra circunstancia; y esos momentos suceden cuando un acceso de sentimiento apasionado eleva e intensifica nuestra autoconsciencia. El gran objetivo de la vida es sentir, sentir que existimos, aunque sea a través del dolor".

Lord Byron.

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"Dulce es el encanto de la Naturaleza, Nuestro intelecto entrometido altera la belleza de las formas: Matamos para disecar".

William Woodsworth.