Sin embargo, prueba de lo superior de los antiguos pueblos mesoamericanos es por ejemplo el calendario Maya; baste indicar que si bien la moderna astronomía con sus aparatos ha conseguido determinar que el año (solar) tiene una duración de 365.2422 días, hace unos dos mil años los mayas fijaron su duración en 365.2420 sin utilizar ningún aparato. No sabemos cómo lo hicieron y ni siquiera se ha conseguido traducir lo poco que se conserva de su sabiduría al respecto. Lo que se sabe es que no limitaron el calendario al movimiento de traslación de la Tierra en torno al Sol, sino que incluyeron los ciclos de todos los planetas, así que era más exacto que el que tenemos actualmente, que para empezar solo utiliza los ciclos del Sol y además funciona mal: hay que estar adelantando y retrasando horas y quitando y poniendo días en los bisiestos, como si de un cohete ruso se tratara. Nuestro calendario es al suyo como un hacha de silex a un misil nuclear.
Por otro lado, las civilizaciones mesoamericanas concebían el tiempo como una construcción perceptual humana, y desde luego no concebían un tiempo lineal. El tiempo era tan solo una abstracción resultado de la medición del movimiento. En Occidente, pese a que nuestros sabios (los clérigos científicos) ya saben que el tiempo no existe y que tan solo es movimiento (de lo cual se habló en un post anterior), todo el mundo piensa que el tiempo es lineal y real. Así pues, el occidental se haya en cuanto al tiempo y al calendario se refiere, en la edad de piedra en comparación con lo que un maya sabía hace ya bastante tiempo.
Pero dejemos de hablar del tiempo y vayamos a la filosofía: la toltequidad puede definirse como el conjunto de conocimientos, prácticas y sabiduría relativos a la búsqueda universal por trascender nuestra existencia en este mundo material. Iniciaremos la explicación situándonos en la región más o menos desde el momento en que como occidentales a ella llegamos:
El 10 de mayo de 1520 estaba Hernán Cortés en la costa este de México cerca de Veracruz guerreando como perro contra un paisano suyo, Pánfilo de Narváez, para evitar que le hiciera la competencia en la operación de expolio que preparaba. Mientras tanto, su lugarteniente Pedro de Alvarado, que había quedado en Tenochtitlán bajo la hospitalidad mexica, tuvo un ataque de paranoia, pensó que los aztecas iban a matar a todos y decidió encerrar en el patio del Templo mayor a cientos de nobles, sabios, capitanes, chamanes, mujeres y niños que se habían reunido para la celebración de la fiesta "Tozca" y asesinarlos por si acaso, en lo que constituyó el toque de gracia a los restos de la sabiduría del valle, al estilo románico de "mata a los druidas y los celtas se extinguen".
Poco después cayó Moctezuma II asesinado por su propio pueblo por colaborar con los invasores, y en junio los mexica se levantaron contra Cortés y éste abandonó la capital dejando en el camino cientos de españoles muertos en lo que vino a llamarse "la noche triste". Cortés volvió un año después con la ayuda de Tlaxcala y otros pueblos y tras tres meses de brutal asedio dejó Tenochtitlán (abajo) reducida a escombros, con quizás cientos de miles de muertos, en lo que ya no se llamo "noche triste", sino "día de la victoria", etc... (en fin, vencedores y vencidos).
Antes de la debacle final, sin embargo, el Consejo azteca y el nuevo lider, el tan venerado Cuauhtémoc, lanzaron el siguiente mandato a todo Anáhuac:
Los chamanes que no murieron en la matanza del Templo mayor procedieron a ocultar su sabiduría por todos los medios imaginables y a proseguir una tradición oral prolongando su conocimiento en forma de linajes. Muchos fueron asesinados por los españoles, pero al parecer otros llegaron hasta nuestros días con el nombre de brujos, hombres de conocimiento, videntes, curanderos... que pueblan el oscuro universo de la magia negra presente en el inconsciente colectivo mexicano y occidental en general.
La toltequidad llegó a occidente a principios de los 70 de la mano de Carlos Castaneda (a la izquierda su última foto conocida), un brillante estudiante de antropología en Los Ángeles que se convirtió accidentalmente en el aprendiz de un brujo yaqui del desierto de Sonora llamado Juan Matus y que decidió publicar las enseñanzas recibidas en lo que son 12 volumenes que engloban poco a poco un sistema de conocimiento no racional perfectamente coherente, un maravilloso mundo aparte ante el cual el de Harry Potter parece una plasta de mocos pegados debajo de una mesa. Carlos pasó de considerar a Juan Matus como un chalado preparador de pócimas que hablaba con las plantas y le ataba lagartijas con los ojos cosidos al cuello para que le leyeran el futuro, a enterarse de que estaba siendo entrenado por el líder de un nutrido grupo de videntes a los que solo les quedaba por completar esa tarea antes de abandonar el mundo desintegrándose en forma de luz e internándose en la inmensidad de "lo abstracto".
Su descubrir no tiene nada que ver con un descubrir filosófico o racional. No se trata de que pensaron e imaginaron qué podía ser el mundo; se trata de que vieron lo que era el mundo, lo experimentaron y alcanzaron un acuerdo progresivo sobre sus descubrimientos durante miles de años de práctica. Los brujos dividieron el mundo en "Tonal" (el mundo de todos los días, representado como una isla) y "Nagual" (lo que lo sustenta o lo que subyace, representado como el océano). El conocimiento que llegaron a adquirir del "Nagual" fue y es tan complejo o más que todo el conocimiento racionalmente acumulado por la humanidad sobre la existencia "tonal". He aquí un brevísimo resumen de los fundamentos más básicos:
1. El Universo es una infinita aglomeración de campos de energía semejantes a filamentos de luz que se extienden infinitamente en todas direcciones.
3. Los seres humanos, al igual que el resto de seres, están compuestos de esos mismos campos de energía. Son partes escindidas del Águila que ésta utiliza para ampliar su conciencia de sí misma, para conocerse. Después de una vida de desarrollo de la conciencia, el Águila "devora" dichas partes escindidas, que así retornan a la fuente original. Todo el universo consiste, por tanto, en conciencia que se pregunta sobre sí misma.
5. La percepción del mundo consiste simplemente en la iluminación de una serie de los campos energéticos que nos conforman por dicho punto de encaje. A la derecha, una supuesta representación del punto de encaje.
10. En los sueños, nuestro punto de encaje se mueve ligeramente pero en general descontroladamente. Mediante el arte del ensueño, se desarrolla un control de este movimiento, es decir, de los sueños lúcidos, de tal forma que resulta posible viajar con el llamado "otro yo", o el cuerpo energético y visitar lugares reales (a lo que en Occidente se llama viajes astrales), y otros universos pereceptivos completos como el mórbido mundo de los seres inorgánicos. En ultimo término, resulta posible materializar el cuerpo de energético y actuar con él en el mundo "convencional". Todo ello depende de que se aprenda a mover el punto de encaje a una determinada posición y a mantenerlo fijo allí.
11. El hombre corriente gasta, en general, toda su energía en las actividades cotidianas, por lo que su punto de encaje carece de energía para moverse y permanece fijo en el punto de la razón (o por ahí cerca). El brujo, consciente de la necesidad de ahorrar energía, se acecha a sí mismo para descubrir las actividades que gastan energía y eliminarlas. Los antiguos chamanes descubrieron que lo que más energía consume es el mantenimiento constante de la importancia personal, o si se quiere: el ego.
Por ello, la desestructuración del ego o reducción de la importancia personal es el principal objetivo del arte del acecho, y se consigue mediante la práctica del "camino del guerrero". Dicha práctica consta de cuatro virtudes a desarrollar: la simpatía, la paciencia, la astucia y la falta de compasión. Esta última es, en realidad, falta de compasión hacia uno mismo, o no tenerse lástima, porque solo si se tiene importancia personal puede uno tenerse lástima. Por otro lado, el ser despiadado no implica ser cruel, el ser simpático no implica ser estúpido y el ser paciente no implica no hacer nada. La desestructuración del ego es algo común a todas las religiones antiguas. Sabiendo que lo único seguro es la muerte, el guerrero es fluido, adaptable a todo cambio. Y como no posee nada, ni siquiera sentimientos o deseos, nada se le puede quitar, por lo que se convierte en un ser invencible y lleno de energía que puede aplicar a la tarea que decida.
Para ahorrar energía es por tanto imperativo ser "impecable". La impecabilidad para los chamanes no es una cuestión de moralidad como sí lo es para los monoteístas, ya sean cristianos, musulmanes o judíos. Para los brujos, la impecabilidad es una cuestión de eficiencia energética.
El guerrero sabe que todo lo que pueda conocer en el mundo "convencional" es efímero, y que cuando emprenda el viaje tendrá que abandonarlo todo, por lo que no se apega a nada. Es una unidad autónoma de combate psicológico: no necesita nunca de nadie ni de nada.
Para conseguir esto le es preciso primero recapitular toda su vida y extraer de cada momento, de cada relación, la energía que dejó en ellos. De este modo aumenta su energía y aprende las formas en que su ego tiende a desperdiciarla, por lo que puede evitar esto en el futuro.
12. Cuando se ha conseguido ahorrar suficiente energía y se ha aprendido a controlar el movimiento del punto de encaje, se accede directamente al "intento", que es el nombre con el que los videntes llaman a la fuerza que une a todas las cosas y que las controla (ahora sabemos que la doctrina del maestro Yoda es un mero plagio). El intento es, metafóricamente, la voluntad del Águila, y resulta posible "intentar" uno mismo cualquier cosa, convirtiendo el intento personal en un intento o "comando" del Águila. Todo ello depende de que mediante el acecho y el ensueño se halle desarrollada la "segunda atención", que es la que controla el movimiento del punto de encaje, y que está dormida en los hombres comunes porque toda su energía se consume en la primera atención, en cabrearse cuando las cosas no salen cuando uno quiere, en cortejar personas del sexo contrario y en darle mil vueltas a cosas en la cabeza que no tiene ningún sentido pensar.
13. Los antiguos brujos descubrieron también que había una forma de evadir el destino final del ser humano: la muerte. Como somos esclavos de un tirano: el Águila, nos toca rendirle cuentas tras el breve lapso de tiempo que se nos permite existir. Cuando el caparazón luminoso del hombre no tiene ya suficiente energía para mantenerse, se rompe, y salimos a otro nivel de existencia: "Nagual", por oposición a la normal: "Tonal". Entonces el tirano nos despedaza y devora toda la conciencia que hemos ido acumulando durante nuestra corta vida para engrandecer la suya. A la izquierda una representación del Águila devorando un corazón humano: es la metáfora de la muerte de la conciencia.
Examinando las emanaciones del Águila, los antiguos videntes descubrieron una regla: un procedimiento que permitía pagar al Águila con las experiencias vitales y conservar la conciencia, accediendo a lo que llamaron como "libertad total". Dicho procedimiento requería empezar con una recapitulación completa de las experiencias vividas y, en último término, la iluminación simultánea de todas las bandas energéticas presentes en nuestro ser y la apertura del caparazón luminoso, lo cual requería una tremenda energía. Esto obligaba a los brujos a juntarse en grupos compatibles de acechadores-ensoñadores, dirigidos por un hombre y una mujer nagual.
Un nagual es un ser humano con más energía que los seres humanos normales. Debido a ello, es capaz de mover el punto de encaje de otras personas, y por ello puede instruir con facilidad a la siguiente generación de brujos que se encargará de prolongar el linaje.
Cuando el grupo ha terminado de instruir al siguiente y considera que tiene suficiente energía, se reúne, ilumina todas sus emanaciones y se consumen en un fuego interno mientras su conciencia abandona el cuerpo para internarse en la inmensidad, libres, sin tener que retornar al Águila, que en su lugar devora su recapitulación, si esta fue bien hecha. Es evidente que ésto es lo mismo que el cristianismo entiende por "juicio final", que es el juicio del Águila sobre si deja marchar o no a las esforzadas conciencias de quienes habiendo llevado una vida impecable, desafían a la muerte, solo que el cristianismo, al igual que el budismo, está lleno de metáforas y la toltequidad de Castaneda va directamente al grano.
Don Juan explica a Carlos Castaneda que en la antiguedad había poderosisimos naguales que consiguieron guiar a ciudades enteras hacia la libertad total, pero que desde la conquista y la colonización, esto era imposible.
La conquista inició una nueva estirpe de brujos: los "nuevos videntes", que se prolongan hasta nuestros días y que difieren de los antiguos videntes en su humildad, secretismo y objetivo único de conseguir la libertad, mientras los antiguos videntes estaban cargados de importancia personal, aplicaban métodos oscuros y terroríficos y solo pretendían la inmortalidad. Los antiguos videntes eran "brujos concretos", como indica Taisha Abelar (una acechadora del grupo de Castaneda) mientras que los nuevos videntes son "brujos abstractos" y por tanto no están interesados en los asuntos terrenales, como curar gente o matarla por medio de su poder; se enfocan únicamente en la libertad personal. Los curanderos que perviven hoy en día serían los restos de los linajes de antiguos videntes.
La conquista propocionó a los brujos un perfecto instrumento para desarrollar su arte del acecho: proporcionó lo que Don Juan llama "pinches tiranos". Como después de ver el Águila queda claro quién es el Tirano, entonces todos los virreyes, alguaciles, torturadores y asesinos varios no eran más que "pinches tiranos". Servían a los brujos para entrenarse en la tarea del acecho mediante el enfrentamiento abierto o velado a los conquistadores, lo que en cada caso requería de los componentes del acecho: ser paciente, despiadado, astuto y simpático. Muchísimos brujos murieron de esta manera, pero otros consiguieron perfeccionar el arte del acecho a niveles magistrales. Don Juan decía que los aprendices de aquella época tuvieron que haberse divertido muchísimo, y que hoy era imposible encontrar "pinches tiranos" que valieran la pena, como mucho el jefe de la oficina o el chulo que te da un empujón en una discoteca.
Bien, habiendo terminado la explicación, conviene examinar la descomunal cantidad de puntos en común de todo esto con otros ámbitos, pese a las continuas afirmaciones de Castaneda de que no ha encontrado nada que tenga relación con su "disciplina".
Para empezar, tiene una evidente relación con el hinduismo, por cuanto el cuerpo energético (segundo cuerpo según el hinduismo) retorna a la totalidad para volver a reencarnarse en algún otro momento, y continúa dicho proceso hasta que se alcanza un nivel de conciencia suficiente para entrar el el Nirvana, que sería equivalente a la llegada al 7° chakra (la vuelta a casa de los hinduistas) o a la tercera atención (de la toltequidad).
La concepción del camino a seguir es además la misma. El camino del guerrero tolteca exige el desarrollo del silencio interno, de la conciencia total de ser que tanto ansiaba Buda, de un dominio perfecto sobre uno mismo, antes de poder entrar en el "nagual", el infinito o la totalidad, que podría equivaler al 6° chakra.
También se explica desde este punto de vista la experiencia mística cristiana o monoteísta en general, cuya visión de Dios se enmarcaría dentro de lo que Don Juan llama el "molde humano", a quien nosotros llamamos "Dios". El molde humano es algo así como el patrón conforme al cual nos desarrollamos los seres humanos. Esto es idéntico al patrón de información del campo morfogenético de Rupert Sheldrake, por lo que su teoría está claramente describiendo dicho molde humano como un generador de información que a continuación se transmite al campo. Todos los místicos como San Juan de la Cruz o Santa Teresa de Jesús, que vivían frugalmente como guerreros, tuvieron una visión del molde humano, al que interpretaron lógicamente como Dios, puesto que se percibe como una luz "consciente" o como un hombre luminoso y se siente un tremendo amor por él y desde él. Los brujos mexicanos, sin embargo, concluyeron que el molde humano no tenía ninguna propiedad, ni servía de nada pedirle milagros, porque solo era eso: el patrón energético responsable de nuestra existencia, pero sin poder. Hinduistas y budistas concluyeron algo parecido: que era peligroso permanecer en el profundo estado de alegría de la individualidad del 5° chakra, puesto que esto detenía el avance de la conciencia hacia el 6°.
El siguiente paso es formar parte del todo o entrar en Nagual. En la toltequidad, esto equivale en cierto modo al movimiento del punto de encaje al conocimiento silencioso, que permite saber sin palabras, sin pensamientos, sin razón, leer los pensamientos dada la indivisibilidad de mente-materia que actualmente la ciencia investiga: el cuerpo entero en contacto continuo con la totalidad... Esto requiere, sin embargo, lo que los toltecas llamaban "perder la forma humana". Solo separándose del campo energético que crea el "molde humano" es posible acceder al conocimiento silencioso. Una vez se pierde la forma humana, el brujo no tiene ya ningún interés propio, ni siquiera "humano", y actúa con paciencia y absoluto abandono conforme al intento y modificando éste para conseguir su libertad.
Por su parte, Buda ya se dio cuenta de que aquello era solo una parte de la realidad del mundo: él era "todo", sí, pero al mismo tiempo él era "nada". El Siddharta de Hesse termina con Buda diciendo: "No queda nada ya, la llama se extingue". Esto es el retorno al 7° chakra, la vuelta a casa, por así decirlo, llegar al lugar donde todo lo que eras todavía no es: Nagual o Nirvana a un paso.
Vemos profundas relaciones de todo esto con el orden implicado de Bohm, que equivaldría en la toltequidad al Águila y sus emanaciones. Vemos relación con la teoría de Schopenhauer sobre la voluntad como fuente última de todo lo existente (la voluntad sería el "intento").
Hay que indicar que la lógica de gran parte de estas proposiciones toltecas está fuera de toda duda. Es un hecho que gran parte de los científicos desde hace casi cien años opinan que el Universo es un conjunto de campos energéticos, incluido el propio ser humano. Es un hecho que la radiación perceptible se mueve en una estrecha gama de frecuencias (del violeta al rojo), y es un hecho que de percibir más radiación, percibiríamos cosas absolutamente distintas: no sería extraño que si percibiéramos nuestra propia frecuencia, la radiación que emiten no solo nuestro cerebro sino nuestras glándulas y músculos (con la cual por cierto hacen interferencia los teléfonos móviles, ustedes mismos...), y que ésta se manifestara precísamente como los brujos dicen percibirla, como un huevo compuesto de fibras luminosas. Por sí misma, se trata de una proposición muy lógica. Además, el resto de especies animales no perciben el mundo como nosotros: cómo podemos afirmar que solo nuestra especie ve el mundo tal y como es?, por qué no los murciélagos, que jamás han "visto" nada?, no puede un murciélago acercarse más a la percepción de la realidad que nosotros? Afirmar lo contrario es suponer que el ser humano es algo distinto y superior al resto de animales y, por tanto, se inscribe dentro de lo que podríamos llamar "religión" o "fe", dado que no hay forma científica ni lógica de comprobarlo. La mayor parte de la población humana, incluso la que se dice atea, es profundamente religiosa en este sentido, dado que "cree que el mundo es como lo ve" aun teniendo mil indicios en contra.
Por otro lado, los estados alterados y acrecentados de conciencia son un hecho, y la única manera de afirmar que no son reales sino que son alucinaciones es afirmando que la realidad es la percepción que abunda y la no realidad es la percepción escasa, lo que no cumple las premisas básicas de la lógica y por tanto debe ser desechado. En realidad, se está llamando alucinación a toda percepción distinta de la consensual. Pero como hemos dicho, hoy en día está científicamente clarísimo que la percepción consensual no es toda la realidad.
Además, la física cuántica ha demostrado la relación de todo con todo, y su interpretación causalista de Bohm, desarrollada por Sheldrake y otros, intuye la existencia de campos de información que imprimen su voluntad en las partículas y, por qué no, en nosotros mismos (= intento).
Todo ello asigna cierta credibilidad a gran parte de estas premisas que la ciencia occidental está afrontando prácticamente desde el descubrimiento del electromagnetismo. Pero las cosas no siempre se descubren por primera vez. Piénsese en la forma de la Tierra. Los griegos sabían que era redonda, pero se olvidó, y tuvo que venir Elcano y darle la vuelta para que algunos se enteraran, con Magallanes devorado con fruición por unos cuantos alegres indígenas entre medias... Puede que los toltecas supieran mucho más sobre la vida y la muerte de lo que todavía hemos descubierto, como se ha demostrado en otros ámbitos (específicamente en la medición del tiempo por medio de elabordaisimos calendarios).
La conquista fue un paso atrás: Aniquilamos la civilización superior del valle de Anáhuac, que era, desgraciadamente, menos destructiva que nuestras oscuras hordas analfabetas. Como se puede ver, la historia cambia si dejamos de mirarla desde nuestro punto de vista. Y es que en realidad no somos otra cosa que las hordas de bárbaros que acabaron con el Imperio romano; mientras en Anáhuac luchaban en guerra sin matarse, capturando solo prisioneros del ejército enemigo para sacrificios, y eso que ellos eran los violentos guerreros que habían derrotado a los violentos guerreros que habían derrotado a su vez en su día a los toltecas, nosotros arrasabamos ciudades pasando a cuchillo a toda su población e incendiando sus templos y hogares. No somos mejores ahora, nuestros ejércitos torturan y violan, los soldados alemanes mataban en 1942 bebés rusos cogiéndolos por los pies y estampándolos contra muros repetidas veces y estuvieron a punto de matar a todos los judíos del mundo, los soldados americanos quemaron en 1945 vivos a soldados alemanes atándolos a los árboles y mataron a millones de civiles por todo el mundo bombardeándolos desde el aire incluso con bombas atómicas, los soldados rusos aplastaban con sus T-34 las carretas de refugiados alemanes que huían de Prusia oriental y exterminaron pueblos milenarios de Crimea deportándolos a todos a campos de trabajo en Siberia... Todo esto casi dos siglos después de Kant, tres siglos después de Descartes... Somos los Uruk-Hai frente al abismo de Helm, hordas de orcos cuya labor es destruir todo lo bello del mundo, la naturaleza, la cultura, la sabiduría..., Somos Lara Croft cada vez que entramos en un templo: es o él o nosotros, y nosotros vamos armados. Y en nuestra estupidez y desagradable vanidad creemos que lo sabemos todo, puesto que solo un estúpido cree que lo sabe todo...
Los brujos, que ven más allá, se resignan a la idea de que todo cuanto nos rodea, incluso nosotros mismos, es un eterno misterio, y (de ser cierto todo esto) se muestran mucho más humildes que el paleto mayor de un pueblo de Texas.
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Para quien quiera más, se recomienda comenzar con Castaneda:
- Los dos primeros libros: "Las enseñanzas de Don Juan" y "Una realidad aparte" tratan sobre todo con las plantas de poder: peyote, datura y hongos psilocíbicos, y Castaneda no parece enterarse todavía de nada, porque Don Juan le está "captando" a su mundo poco a poco, soltándole todo tipo de trolas para engatusarlo.
- El tercer y cuarto libro, "viaje a Ixtlán" y "Relatos de poder" son dos maravillas literarias y además están llenos de indicaciones para comenzar, porque evidentemente la obra de Castaneda no es sólo literatura o antropología, es un verdadero manual de iniciación.
- Recomendables también los libros de dos brujas del grupo de Carlos: Taisha Abelar y Florinda Donner.
- Finalmente, recomendable el libro de Víctor Sánchez titulado "Las enseñanzas de Don Carlos", que sintetiza la sabiduría contenida en la obra de Castaneda en un estupendo manual ilustrado con su propia experiencia, pese a que Castaneda se desvinculó completamente de él en una conferencia.
- Y para más abundar, "El Códice Azteca de la Pirámide de Fuego", de Martin Matz, puede ser interesante, así como otros libros de Gordon Wasson, los dos viajeros "beat" en centroamérica.
Ah, y una fuente mayor de información sobre los toltecas y la civilización de Anáhuac en esta página: www.toltecayotl.org
Ya podía ser así de fácil. Una pastillita roja y ya salimos de nuestra falsa percepción. Lo que les decía: la cultura del nulo esfuerzo. Previlegiados...!
5 comentarios:
Cómo todos los que haces, gran post, muy bien escrito y aportando información de manera clara y sin complejos.
Yendo al post en si, no entiendo cómo se puede saber nada de seres energéticos/espirituales que estan inmersos en el 6º chakra si estos son silenciosos y su falta de ego hace que no puedan ser percibidos ni se muestren, ya no digamos comprender realmente su esencia o sus motivaciones.
En cuanto a Castañeda, parece ser que se inventó al tal Don Juan para transmitir ese conocimiento pero mostrandolo en su libro cómo si fuera una persona real. No se hasta que punto tiene sabiduria o simple locura.
Yo no se si existen seres inorgánicos y si realmente es posible realizar viajes astrales. No se si Don Juan existió y sinceramente me da igual, porque el valor de la obra de Castaneda va mucho más allá de la antropología: es un manual introductorio a una forma de vivir.
En realidad es todo una cuestión de percepción. La percepción racional no permite ver un mundo distinto del mundo racional. Es imposible concluir nada sobre todo esto razonando: es sabiduria irracional; solo cabe actuar para comprobarlo y la comprobación será siempre personal, no extensible al resto de personas.
Te reto a que trates de "no pensar" absolutamente nada durante varios minutos (no pensar equivale a vacío absoluto, ninguna idea, ningún sentrimiento). es más facil si se hace caminando libre de peso por la calle y sin enfocar la mirada directamente en nada. Al cabo de un tiempo de "intentarlo" probablemente descubras algo más.
Nada se consigue sin esfuerzo.
Muchas gracias por la información.
La gran tarea es amar una mente que está viva y sabe que le quedan los días contados y está dando su última representación de poder, con el consiguiente destrozo a todo aquel que se resista a su poder.
Sólo hay una solución, aceptación total de Mente y práctica disciplinada de pases mágicos. Y algunos privilegiados, entre los que me encuentro, contamos con el poder de Deeksha. Ésta energía divina inteligente es transferible a toda la raza humana, de hecho si has leido hasta aqui ya ha entrado en ti y verás los resultados en tu vida cotidiana, si quieres me los comentas en ilsanatore@hotmail.com.
Solo estoy aquí para llevaros a todos a luz, espero que poco a poco seais más accesibles.
Gracias humanos!
Hola Ananda.
El mes pasado estuve en una sesión de Diksha, que aquí se llama "activación de la iluminación", pero ni entonces ni ahora noto ningún cambio. El Reiki por su parte sí me resulta de especial utilidad, tanto en la vida cotidiana como en el proceso de liberación.
En materia de inducción energética, lo más impresionante que he presenciado son las sesiones terapéuticas de Howard Lee, el maestro de kung-fu de Castaneda. Ese día tembló la mismisima realidad (y mi bolsillo, por si cabía alguna duda).
Por otro lado, creo que los pases mágicos de los antiguos toltecas se los va inventando la todopoderosa Cleargreen sobre la marcha, y además he comprobado que no son muy distintos del chi-kung que enseña Howard Lee con el terrible nombre de "the light of life longevity exercises".
Por último, no pretendo ofender a nadie, pero la terminología New Age... En fin, cada uno expresa su importancia personal a su manera, pero esa en particular causa en mi una inevitable mezcla de rechazo, risa y compasión, por ese orden.
No creo que resulte de mucha utilidad para los pragmáticos propósitos brujeriles de limpieza de la isla del tonal, ni muchísimo menos para convencer a los escépticos a este respecto.
Estimado: ya que mencionas a nuestro amigo Guillermo Marín (toltecayotl.org) te recomiendo visites nuestra página www.kinam.org
Excelente tu artículo.
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